La hemodiálisis es un procedimiento médico que ayuda a eliminar los productos de desecho y el exceso de líquido de la sangre cuando los riñones no funcionan correctamente.Implica el uso de una máquina llamada dializador, que actúa como un riñón artificial. Durante la hemodiálisis, la sangre del paciente se bombea fuera de su cuerpo hacia el dializador.Dentro del dializador, la sangre fluye a través de fibras delgadas que están rodeadas por una solución de diálisis especial conocida como dializado.El dializado ayuda a filtrar los productos de desecho de la sangre, como la urea y la creatinina.También ayuda a mantener el equilibrio de electrolitos, como el sodio y el potasio, en el cuerpo. Para realizar la hemodiálisis, el paciente normalmente necesita acceso a sus vasos sanguíneos.Esto se puede hacer a través de una conexión creada quirúrgicamente entre una arteria y una vena, llamada fístula o injerto arteriovenoso.Alternativamente, se puede colocar temporalmente un catéter en una vena grande, generalmente en el cuello o la ingle. Las sesiones de hemodiálisis pueden durar varias horas y generalmente se realizan tres veces por semana en un centro de diálisis u hospital.Durante el procedimiento, se monitorea de cerca al paciente para garantizar que su presión arterial, frecuencia cardíaca y otros signos vitales permanezcan estables. La hemodiálisis es una opción de tratamiento vital para personas con enfermedad renal terminal (ESRD) o insuficiencia renal grave.Ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos, controlar la presión arterial y eliminar los productos de desecho del cuerpo.Sin embargo, es importante señalar que la hemodiálisis no es una cura para la enfermedad renal sino más bien una forma de controlar sus síntomas y mejorar la calidad de vida.