Componentes de la línea sanguínea para hematodiálisis
Los componentes de la línea sanguínea para hemodiálisis son esenciales para filtrar y purificar la sangre del paciente de forma segura y eficaz. Estos componentes incluyen: Línea arterial: Este tubo transporta la sangre del paciente desde su cuerpo hasta el dializador (riñón artificial) para su filtración. Se conecta al acceso vascular del paciente, como una fístula arteriovenosa (FAV) o un injerto arteriovenoso (GAV). Línea venosa: La línea venosa transporta la sangre filtrada desde el dializador de vuelta al cuerpo del paciente. Se conecta al otro lado del acceso vascular del paciente, generalmente a una vena. Dializador: También conocido como riñón artificial, el dializador es el componente principal encargado de filtrar los desechos, el exceso de líquido y las toxinas de la sangre del paciente. Está compuesto por una serie de fibras huecas y membranas. Bomba de sangre: La bomba de sangre impulsa la sangre a través del dializador y las líneas sanguíneas. Garantiza un flujo sanguíneo continuo durante la sesión de diálisis. Detector de aire: Este dispositivo de seguridad detecta la presencia de burbujas de aire en las vías sanguíneas. Si detecta aire, activa una alarma y detiene la bomba de sangre, lo que previene una embolia gaseosa en el torrente sanguíneo del paciente. Monitor de presión arterial: Las máquinas de hemodiálisis suelen incorporar un monitor de presión arterial que mide continuamente la presión arterial del paciente durante el tratamiento de diálisis. Sistema de anticoagulación: Para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en el dializador y las vías sanguíneas, se suele utilizar un anticoagulante como la heparina. El sistema de anticoagulación incluye una solución de heparina y una bomba para administrarla al torrente sanguíneo. Estos son los componentes principales de un sistema de vías sanguíneas para hemodiálisis. Trabajan en conjunto para eliminar de forma segura los desechos y el exceso de líquidos de la sangre del paciente, imitando las funciones de los riñones sanos. Los profesionales y técnicos médicos gestionan y supervisan cuidadosamente estos componentes durante los tratamientos de hemodiálisis para garantizar la seguridad y el bienestar del paciente.