Aguja espinal y aguja epidural

1. Preparación:
- Asegúrese de que el embalaje de la aguja de punción lumbar desechable esté intacto y estéril.
- Limpiar y desinfectar la zona lumbar del paciente donde se realizará la punción lumbar.

2. Posicionamiento:
- Coloque al paciente en una posición adecuada, generalmente acostado de lado con las rodillas levantadas hacia el pecho.
- Identificar el espacio intervertebral adecuado para la punción lumbar, generalmente entre las vértebras L3-L4 o L4-L5.

3. Anestesia:
- Administrar anestesia local en la zona lumbar del paciente utilizando una jeringa y una aguja.
- Inserte la aguja en el tejido subcutáneo e inyecte lentamente la solución anestésica para adormecer el área.

4. Punción lumbar:
- Una vez que la anestesia haga efecto, sujete con firmeza la aguja de punción lumbar desechable.
- Insertar la aguja en el espacio intervertebral identificado, apuntando hacia la línea media.
- Avance la aguja lenta y constantemente hasta alcanzar la profundidad deseada, normalmente alrededor de 3-4 cm.
- Observar el flujo de líquido cefalorraquídeo (LCR) y recolectar la cantidad necesaria de LCR para su análisis.
- Después de recoger el LCR, retire lentamente la aguja y aplique presión en el sitio de punción para evitar sangrado.

4. Aguja espinal:
- Una vez que la anestesia haga efecto, sujete con firmeza la aguja espinal desechable.
- Insertar la aguja en el espacio intervertebral deseado, apuntando hacia la línea media.
- Avance la aguja lenta y constantemente hasta alcanzar la profundidad deseada, normalmente alrededor de 3-4 cm.
- Observar el flujo de líquido cefalorraquídeo (LCR) y recolectar la cantidad necesaria de LCR para su análisis.
- Después de recoger el LCR, retire lentamente la aguja y aplique presión en el sitio de punción para evitar sangrado.

Finalidades:
Las agujas epidurales y espinales desechables se utilizan para procedimientos diagnósticos y terapéuticos que implican la recolección de líquido cefalorraquídeo (LCR). Estos procedimientos se realizan comúnmente para diagnosticar afecciones como meningitis, hemorragia subaracnoidea y ciertos trastornos neurológicos. El LCR recolectado puede analizarse para diversos parámetros, como el recuento celular, los niveles de proteínas, los niveles de glucosa y la presencia de agentes infecciosos.

Nota: Es fundamental seguir las técnicas asépticas adecuadas y desechar las agujas usadas en contenedores designados para objetos punzantes, de acuerdo con las pautas de eliminación de desechos médicos.